Fase de la acumulación de tensión: se produce una sucesión de pequeños episodios que llevan a roces
permanentes en los miembros de la pareja, con un incremento constante de
ansiedad y hostilidad. El hombre y la mujer se encierran en un circuito en
el que están mutuamente pendiente de sus reacciones.
Episodio agudo: en el que toda la tensión que se había venido acumulando da
lugar a una explosión de violencia, que puede variar de gravedad, oscilando
desde un empujón hasta el homicidio. Se caracteriza por el descontrol y lo
inevitable de los golpes. Las mujeres se muestran sorprendidas frente al hecho
que se desencadena de manera imprevista ante cualquier situación de la vida
cotidiana.
Luna de miel: se produce el arrepentimiento, pedido de disculpas y promesas de
que nunca más va a ocurrir por parte del hombre. Pero al tiempo vuelve a
reaparecer los períodos de acumulación de tensión y a cumplirse el ciclo.
En este tipo de maltrato aparece la
violencia verbal, que refuerza la violencia psicológica. El agresor comienza a
denigrar a la víctima poniéndole sobrenombres, descalificativos, insultándola,
criticándole el cuerpo, comienza a amenazar con agresión física u homicidio. El
agresor va creando un clima de miedo constante. La ridiculización en presencia
de otras personas, le grita, le culpa de todo. A partir de estas agresiones la
víctima puede sentirse débil y deprimida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario